14 diciembre, 2017 -
T-ZIR, centro de investigación aplicada en comercio de Zaragoza, ha reunido este jueves a más de un centenar de personas, entre ellas el Director General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Ignacio Escuín y miembros y alumnos de la Escuela de Diseño de Zaragoza, en el IAACC Pablo Serrano para celebrar un diálogo entre dos grandes expertos en moda y tendencias como Ana Balda, Doctora en Comunicación y Enrique Lafuente, diseñador y periodista de moda. Ambos han explicado a través de una mirada retrospectiva por qué Cristobal Balenciaga fue “maestro de maestros”. Su rompedora visión del sector de la alta costura le convirtió en un diseñador icónico, primero en España y después en París.
Ana
Balda, Doctora en Comunicación y experta en Balenciaga,
ha sabido aportar el rigor histórico en torno a la figura del modisto,
demostrando que hace más de 60 años se podía ser innovador en la moda aunque no
sin dificultades: “Comparando su trabajo con lo que hacían otros en la época se
ve claramente cómo se desmarcó de las tendencias de entonces, aportando una
nueva silueta, muy alternativa para su época, que se aleja del clásico vestido
entallado de Dior y abstrae la cintura”, ha comentado Balda. En su opinión, “es
el vestido del siglo XXI y Balenciaga supo ver las necesidades de las mujeres
del nuevo siglo, que llevan una vida de trabajo, de salir pronto y volver muy
tarde, conducen, van y vienen… y no están para que se las observe”. Aunque
“pocas mujeres se atrevieron a usar sus diseños cuando salieron, el modisto
logró avanzar la moda de muchas décadas”.
Carmen Herrarte, directora de T-ZIR, ha
destacado que uno de los objetivos del centro es “convertir espacios físicos en
espacios phygital”, es decir, lograr
que convivan el mundo físico y el mundo digital, “dos dimensiones que forman
parte de una misma vida”. Por ello, desde T_ZIR se ha aportado a este ciclo de
actividades del IAACC Pablo Serrano un videojuego
para niños de hasta 10 años “para que aprendan jugando” con las tres etapas
fundamentales de la vida de Balenciaga: Guetaria, San Sebastián y París. También
se han desarrollado dos experiencias de realidad
virtual con el artista aragonés
George Ward: una recreación de un vestido de Balenciaga y un paseo virtual
dentro de los trajes del diseñador.
Además, T_ZIR está desarrollando
un estudio de Big Data mediante el
uso de sensores en la sala del múseo Pablo Serrano donde actualmente se
encuentra la exposición “Un sueño de Balenciaga, el cine”. Siempre de forma
anónima, se están recogiendo y analizando datos que permitirán conocer los hábitos y comportamientos de
los visitantes. Esta tecnología facilitará posteriormente al museo
zaragozano realizar un balance más certero de cómo ha ido el desarrollo de la
exposición y la valoración de sus contenidos por parte de los visitantes.
“Hoy ponemos
el broche de oro con esta actividad, demostrando que la tecnología es un arma muy potente para la transmisión de la cultura,
sobre todo para los nativos digitales, y por ello apostamos firmemente por su
uso y su democratización”, ha añadido Herrarte.
La jornada, celebrada en el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos Pablo Serrano, está incluida en el marco del ciclo Anhelantes que abarca moda, cine, arte y cultura. El nombre del mismo viene de la Academia de los Anhelantes, una sociedad literaria que existió en Zaragoza en los siglos XVI y XVII en casa del cronista real Juan Francisco Andrés de Uztarroz y por la que pasaron las mentes más brillantes del panorama cultural español.
El diseñador
y periodista de moda Enrique Lafuente es el encargado de coordinar este
ciclo: “Elegimos la figura de Balenciaga porque hay un claro consenso de que se
trata de un icono de la moda del que todo el mundo bebe, hubo un antes y un
después a raíz de sus creaciones”. “Creo que hemos conseguido dejar
sorprendidos a los asistentes”, ha concluido Lafuente.
El artista aragonés George Ward
ha puesto la guinda a esta jornada con su habilidosa recreación de uno de los
vestidos del icónico modisto español a través de la realidad virtual, un
trabajo que le ha llevado cierto tiempo perfeccionar y que ahora es capaz de
realizar en menos de una hora. “Trabajar con este tipo de tecnología es también
importante porque te da una dimensión diferente del arte”, ha expresado el
artista, que asegura que la acogida de este tratamiento de la cultura es muy
positiva porque “la tecnología atrae mucho”.
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