El mundo del comercio está experimentando una revolución dirigida en torno a una transformación digital completa. En la actualidad, el mundo online ha permitido a la mayoría de los retailers comenzar esta transformación, obteniendo no solo un incremento de ventas por la apertura de este nuevo canal sino también porque la información que este suministra sobre los negocios de cada marca o retailer es altamente valiosa. Esta información sobre los intereses de los consumidores permite tomar decisiones estratégicas de una manera muy rápida y eficaz. Ahora bien, ¿qué pasa con el mundo offline?
Aquí todavía hay un largo recorrido para el sector del retail donde la oportunidad de mejora es máxima. La conexión de ambos canales y la recogida de datos del canal offline es la clave para obtener la trazabilidad completa de los consumidores. De esta forma, el análisis se convertirá en global y el entendimiento de lo que realmente ocurre en el negocio será completo y, por lo tanto, la redefinición de las estrategias en cuanto a producto, logística, comunicación, etc. serán totalmente basadas en el análisis de las diferentes variables e indicadores clave gracias al uso de las tecnologías integradas en el comercio.
Pero no menos importante son las otras dos grandes áreas de mejora: la experiencia de compra y la mejora de los procesos de las tiendas. Fidelizar al cliente, atraer, crear una experiencia memorable, mejorar puntos como la accesibilidad, el hecho de tener siempre disponible y en stock los productos, acelerar el proceso de escaneo y pago…, son factores determinantes que sin duda van a comenzar una constante evolución en las tiendas físicas. Todo ello, unido a la posibilidad de vivir una experiencia personalizada, hará que las tiendas sean un lugar necesario, de ocio y atrayente donde por qué no disfrutar de los productos y servicios de una manera única.